Copa Libertadores. Hasta ahora esquiva para equipos peruanos
Imagen: diaadia.com.ar
Con el tiempo los aficionados hemos tomado la (mala) costumbre de no esperar mucho de nuestros representantes en los torneos internacionales, especialmente la Copa Libertadores. Esta vez no fue la excepción, salvo que ahora nuevamente un equipo peruano no sumó punto alguno, a pesar de que se esperaba algo más del Melgar de Arequipa, por su técnico y propuesta de juego, finalmente resultaron como el peor equipo de la edición 2016 con 6 partidos jugados 0 ganados, 0 empatados y 6 perdidos, con solamente 2 goles a favor y 12 goles en contra.
Siento que este año la mala imagen dejada en la competición continental queda en la retina del hincha, de la persona que va al estadio y hasta del periodismo. Entonces son esos momentos en los que se quiere siempre buscar una solución y/o explicación a tanto papelón a nivel internacional. Una de las muchas conclusiones es que sinceramente, el campeonato local no alcanza ni es un buen termómetro para medir a un club antes de una competencia de esta índole.
Pero esto no se limita simplemente a este año. Ya en su momento Alianza Lima y Sporting Cristal hicieron pésimas campañas con 0 puntos y ahí en el siguiente escalón Universitario de Deportes hizo 1 punto fruto de un partido empatado de local. Si bien es cierto, los equipos peruanos no pueden competir en el tema económico antes otros clubes sudamericanos, también hay que mencionar que no todo es factor económico en el fútbol, ya que en el once el esfuerzo y el trabajo de equipo caso siempre son fundamentales para definir un partido.
Ya van 3 años desde que un equipo peruano clasificó a las fases decisivas en la Copa Libertadores. Recuerden ese equipo incómodo y efectivo que fue el Real Garcilazo, que con un equipo luchador y poco presupuesto (comparado a otros países) pudo avanzar en su grupo y llegar finalmente a cuartos de final en donde cayó ante Independiente de Santa Fe.
No hay muchos secretos en el fútbol, un equipo trabajador generalmente logra sus metas y si no las logra se acerca bastante. No podemos negar que el factor económico y jerarquía de jugadores es importante, pero ¿Quién detiene a un equipo unido y con una meta fija? y si no pregúntenle al Real Garcilazo, al Cienciano del Cusco campeón de la Copa Sudamericana 2003 y de la Recopa Sudamericana 2004. ¿Nos conformaremos con ser reyes del Perú y ser de los últimos a nivel internacional? Solamente los dirigentes de nuestro fútbol tienen la palabra.
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