EL FÚTBOL ES DE TODOS

Nahomi Martínez jugadora de Universitario de Deportes (web Líbero)

La semana pasada arrancó la Liga Femenina FPF, que viene a ser la sucesora del antiguo Campeonato Peruano de Fútbol Femenino. Este torneo busca darle el protagonismo, importancia y profesionalidad que merece este deporte en la rama femenina.

Quizás a muchos, aun en este siglo, les tome por sorpresa que arranque este torneo. Les tomaría aún más sorprendidos, si supieran que el antiguo Campeonato Femenino data del año 2008. Y la sorpresa radica, en buena parte, por nuestra crianza.

Y es que hemos crecido así. El fútbol es para hombres, para machos. El vóley es para las mujeres, para las niñas. El fútbol es fuerza, coraje. No es un deporte para la delicadez de la mujer. Y si alguna juega, seguramente es porque es una machona. Así nos criaron. Así crecí.

Mi infancia la viví en Arequipa. En el colegio había una niña un año menor, Joanny. Le encantaba jugar al fútbol. Y jugaba, por obviedades (prehistóricas), solo con los niños. No había más chicas que se animaran a jugar. Una rareza.

A veces era parte de las pichangas post clases de educación física. Yo pensaba: que vergüenza que me haga alguna huacha o perder alguna dividida con ella. Es frágil, no puedo ir con todo. Pobre. La trataba distinto. Qué pensamiento tan machista y tan irrespetuoso el mío en esos tiempos. Más allá de cuestiones fisiológicas uno debe jugar o rendir al máximo posible en cualquier deporte ante cualquier rival. Al menos eso creo. Sin embargo ante ella no daba el máximo por el simple hecho de que era mujer.

Parametrados por años que el celeste es para el niño y el rosado para la niña, hace que uno piense que hay ciertos deportes que están estandarizados por el sexo. Error. Al final que un hombre juegue al vóley o que una mujer juegue al fútbol, no tiene que ver con su opción sexual (como si eso importara además).

Seguro muchos padres o familiares no estén de acuerdo con que sus hijas jueguen y participen hoy en la liga profesional de fútbol. Quizás guarden silencio o solo lo piensen. Quizás querrían una cosa distinta. Ser deportista en el Perú es una utopía. Súmale a eso si eres mujer y quieres jugar al fútbol.

La primera vez que vi una futbolista que me llamó la atención fue Marta. La brasileña. Nada que envidiarle a Messi o a Cristiano Ronaldo. La vi en un resumen de una cadena internacional de deportes. Desde ahí la sigo. 

A la siguiente semana de ello en la misma cadena, pasaron los mejores goles de la semana y uno de Marta aparecía en la lista. El panelista hizo un comentario que me marcó: ¿Cómo va a salir ese gol en una lista de goles de hombres? Son deportes distintos, afirmó. En ese instante medio que le creí. Como que me convenció.

A veces la culpa no es solo de la crianza sino de los medios que están acostumbrados a una realidad que el mundo de hoy ya no soporta. 

Bastantes años después, por un curso tuve la oportunidad de seguir un poco más de cerca al fútbol femenino y en verdad que la pasan mal. Las dificultades que enfrentan son para abandonarlo todo y buscarse otro futuro lejos del fútbol. Varias lo hacen. Otras, por amor al deporte, siguen . Siguen firmes. 

He visto los últimos dos mundiales de fútbol femenino y la verdad que si te gusta el fútbol, te va a encantar mirar un partido de esos. Nada que envidiar al tan endiosado fútbol masculino. Vale la pena ver jugadoras como Alex Morgan, Marta o Megan Rapinoe. Pronto espero poder ver en primeras planas a nuestras jugadoras.

La Liga Femenina FPF ha arrancado, con muchas chicas que a veces no tenían ni para los pasajes. Mal alimentadas, maltratadas, menospreciadas. Hoy tienen su chance. No les demos la espalda. Para muchas es un camino nuevo. Para otras es el premio a tanto sacrificio. No pidamos altos niveles, no esperemos partidos A-1, pero sí te puedo asegurar que veraz mucha fuerza y coraje. Ellas van en serio.

Myrian Tristán, Adriana Lucar y Cindy Novoa, jugadoras de Alianza Lima (web Líbero)

El fútbol es fútbol, seas hombre o mujer. Más allá de tus preferencias (que nada importan). El fútbol es de todos y para todos. No lo olvidemos. La pelota acaba de rodar hacia un camino que espero traiga el tan ansiado  cambio. Un camino que busca la igualdad. Un camino que debe llevarnos a dejar de pensar que el fútbol no es para mujeres. El fútbol es para todos. El fútbol es de todos.